Venom, o ‘la importancia de llamarse Spider-Man’.

Morgan
9 min readSep 8, 2021

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‘Y coge y dice, dice, Jezú, coge y ea, pa’ Sevilla y vente a por las veinte paelleras.’

En esta era de universos cinematográficos y pandemias que mueven fechas de películas cada dos por tres, una de las preguntas que se hacía todo el mundo era, ‘¿dónde está Venom?’ cada vez que Venom no apareciera en pantalla.

Vale, está bien, era yo porque le tengo un cariño bastante especial a una romcom disfrazada de peli de acción oscura sobre un moco y su novio Tom Hardy en modo himbo, ¿podéis culparme? Eso pensaba yo.

¡Aún quedaba una pregunta que se hacía mucha gente, pero! Desde su misma concepción como película de orígenes, todo el mundo se preguntaba dónde leches está Carmen Sandie-Digooo, nuestro amigo y vecino Spider-Man. Pero a eso volveremos luego. Primero había que preguntarse, ¿acaso una peli sobre un alien caníbal sin su némesis podría petarlo? ¿Sony estaba yendo demasiado lejos con su afán de querer crear películas de Spidey sin el propio Spidey? Unos meses y ochocientos y pico milloncejos de nada parecieron determinar que sí y que ya veremos.

Tom Hardy cuando le enseñaron los flamantes planes de la Tía May espía si The Amazing Spider-Man 2 hubiera colado.

Porque todo esto no es que un día en Sony se levantaran y pensaran en tropecientos spin-offs por aprovechar los derechos, es que lo hicieron… Años antes. Corría el año 2014 y acababa de salir The Amazing Spider-Man 2, una película que, lejos de ser perfecta (a mí me gusta bastante con sus más y sus menos, no os lo voy a negar) se ofrecía a establecer numerosas ramificaciones en forma de película. Su propia secuela, los Seis Siniestros, Gata Negra, Venom y Morbius si te fijas mucho en una pantallita… Marvel Studios lo estaba petando con su Universo Cinematográfico Marvel, y Sony no quería ser menos.
La cosa es que a pesar de que la película funcionó bien en taquilla, fue la que peores números hizo de la IP (no de la saga, no, del personaje), eso juntándose con un par de trajeados inútiles teniendo movidas con Andrew Garfield, sospechosamente después de decir que le gustaría que su Spidey fuera bisexual, los hackeos de Sony Pictures revelando que no había nadie al volante… En fin, que toda esta liada causó que se hiciera el trato que metería a Spider-Man en el UCM y ninguno de esos locos planes siguieran adelante.

¿…o tal vez sí?

Que no te engañen, ese no es Jared Leto haciendo de Morbius; es Jared Leto un día que no sabía que tocaba rodaje.

Volvamos al presente. Como ya he comentado antes, tras el borrón y cuenta nueva del personaje, permanecía en Sony el afán de mantener esos planes de spin-offs en marcha. ‘Claro, pero esta vez en el mismo universo, ¿verdad?’, os preguntaréis.

Ja, buena esa. Pero me estoy adelantando a los acontecimientos de todo.

Sony, en un movimiento de obsesión por el moco negro desde 2007 (ah, no, que ese es Avi Arad), anunció que la película de Venom iba a hacerse sí o sí, que sería el principio de una nueva cara de su propia movida. Miedo, expectación, numerosos memes de Kevin Feige mirando fuerte a cámara cuando Amy Pascal hablaba de las conexiones al UCM… ¿Y cómo una película de un personaje del trepamuros no iba a tenerle en pantalla? Bueno, cosas más raras se han hecho, pero era normal tener miedo: la vez anterior que vimos al simbionte… en fin, ya sabemos cómo salió aquello. Pero no pasa nada, Spidey estaba seguro en su casa Marvel Studios, ¿verdad?
Pues no mucho, pero de eso ya hablaremos luego.

Venom… ¡Estaba bien! Quiero decir, es una película tontísima pero no era el edgefest que nos temíamos. Huía de una premisa que podría haber sido excesiva (el moco que viene a devorarnos en masa) para contar una trama de orígenes que, por lo rara que era y el sentido arácnido de Tom Hardy por ser el único en saber dónde se estaba metiendo funcionaba. Venom es una película de serie B divertidísima que no sabe que lo es. Y a mí eso me bastó junto con el par de cervezas que me pimplé en la sala.
Tampoco es que la película tenga apenas conexiones con Spider-Man, y sinceramente, tras verla creo que no las necesitaba ahí mismo.

‘Voy a matar a Peter… ¡Wiiiii! Voy a matar a Peter… ¡Wiiiii!’

¿Y por qué más funcionaba? Porque francamente, la película establecía muy bien una dinámica fresca entre simbionte y portador que tenían que trabajar en equipo, sin tirar en exceso a lo darks, rozando el romanticismo (si hasta Tom Hardy lo ha insinuado de aquí no me baja nadie). No había que ver otra vez a Peter en la iglesia porque el simbionte tiene su lore de sobra como para no contar lo mismo.

En cambio, Venom establecía al simbionte llegando por una cápsula con otros más como él. Y aunque tuviera un Elon Mu-Quiero decir, un ecovillano más sin mucho que hacer y un guión un poco cutre a ratos, a la película no le faltan elementos que la hagan entretenida. Como ya he dicho, Tom Hardy se lo pasa estupendamente sobreactuando, hacen que Venom mole, tenemos atisbos de elementos extraterrestres (no por el simbionte pero a causa de su presencia en esas escenas extrañas de Eddie descubriendo lo que es tener un alienígena compartiendo cuerpo y mente)… Dejando mucho potencial sin explorar, pero ojalá vayan a más en el futuro.

Lo que quiero decir con esto es que viendo la película, realmente no necesitaban a Spider-Man aquí. Y les salió bien la jugada en mi opinión.

Imágenes filtradas del momento exacto en que Tom Holland recibía el whatsapp de que se quedaba fuera.

Pues en otro subidón de poder a la cabeza mientras Lejos de Casa hacía mil millones de dólares en taquilla mundial, a Sony se le fue la olla anunciando que todo lo que estaban haciendo por su cuenta era parte del SPUMC (Sony Pictures’ Universe of Marvel Characters), que muchas gracias por el pescado pero que ahora Spidey ya se iba del UCM y que iban a hacer sus tropecientas películas extras. No todo ocurrió en el mismo día (de hecho me estoy dejando muchos detalles, como una peli de Gata Negra y Marta Plateada cancelada por el camino), pero se ve que le cogieron el gusto a morder la mano que da de comer y, aunque ahora parezca una cosa de risa, las semanas de incertidumbre por el futuro del personaje daban mal rollo. Afortunadamente las cosas se hablaron, gracias en parte a la inestimable ayuda de Tom Holland en un mental breakdown tocho llamando a Disney y a Sony sin descanso. Por algo es el mejor Spidey.

Ahora mismo, en este universo cinematográfico están en desarrollo un total de… once proyectos, virgen santísima. Vamos a centrarnos un segundo en las cosas que ya están anunciadas*, que son la secuela de Venom, Habrá Matanza, Morbius y (sic) Kraven el Cazador.

*También hay anunciada una serie para Silk en Amazon (?), pero quería centrarme sobre todo en las películas más inminentes.

Puedo decir que tengo muchas ganas de Habrá Matanza. Vamos, ¿un Woody Harreslon pasado de vueltas con una post-créditos previa de pelucón? ¿Venom y Eddie pasando por un bache tóxico en la relación? ¿El debut como co-guionista de Hardy, que ya shippeaba fuerte al simbionte con su personaje en la anterior? ¿Que PG-13 aparte vaya a ir a saco con la crudeza de los monstruos que adaptan? Ah, también sale Matanza, a mí me vale todo, y lo que hemos visto en los tráilers la deja bastante como una cinta igual o más divertida que la anterior que tampoco necesita al mismísimo Peter Parker haciendo acto de presencia, y menos mal. Que igual es una mierda, a mí me da igual mientras me lo pase como un enano que es a lo que voy.

Matanza no respeta las distancias de seguridad. No seáis como Matanza.

En el momento de escribir este artículo, Morbius está a cuatro meses de estrenarse con un único tráiler de año y pico que promete más preocupaciones que diversiones: Oscuridad angsty, otro protagonista enemigo que no lo será tanto porque rascamos del tebeo que sea para sacar un malo (Matt Smith, sal de ahí) y conexiones al UCM que habrán provocado mil llamadas larguísimas desde las oficinas de Marvel Studios porque hablarlo en persona habría llegado hasta las manos. Ya doy por hecho que otro punto en contra es Jared Leto, y en fin, es Jared Leto, uf. Si Morbius no goza de la fama que tiene el simbionte y la única manera de darle una adaptación es mediante un vehículo de ego para Leto, ¿por qué molestarse en intentar conectarle con Spider-Man? Uno que ni la propia película sabe si es el de Raimi o el de Holland por el tráiler, por cierto. ¿Cuál era el plan a largo plazo con el sectari-Digooo, con el actor? Yo me quedaría a gusto si tuviera un encontronazo con Mahershala Ali, ejem.

Estas películas se produjeron y rodaron antes del nuevo trato entre Marvel y Sony. De Kraven quiero hablar más bien poco que no hay esperanza para eso sin Feige al mando y repitiendo con Aaron Taylor-Johnson (¡El Quicksilver del UCM! ¡En la misma franquicia con la peli del Vampiro que ha metido a Michael Keaton porque cameo! ¡Jaj!), aunque una parte de mí quiere tener fe con una cosa… En Agosto anunciaron un cambio de nombre en el universo cinematográfico: Ahora es el SSU (Sony’s Spider-Man Universe). ¿Por qué el cambio de nombre aparte de para que sus siglas no sonaran como una enfermedad venérea? Quizás me paso con la fe pero… Quiero creer que es el principio de una buena señal. Tal vez… ¿Tal vez Sony está entendiendo que tiene que usar a Spider-Man en sus películas de personajes de Spider-Man?

-Si estás muerto en el UCM puedes volver a aparecer en él siendo otro personaje perfectamente, mírame a mí. -¿Pero funcionará si no es del todo el UCM? ¿O es cosa del Multiverso? -…Seh.

Y a esto iba cuando he empezado hablando de Venom. La primera película me gusta mucho, me parece una comedia involuntaria más que divertida que me he visto ya ¡cinco veces! desde su estreno. La segunda pinta a ser más de lo mismo pero más bestia, y también siento que aguantará ser su propia cosa sin conexión al trepamuros. Eso no lo puedo decir respecto a las películas del Vampiro Viviente y de uno de los enemigos más emblemáticos de la araña. Necesitan a Spider-Man. Y, eventualmente, Eddie Brock necesitará encontrarse con Peter Parker. Tal vez no sean los enemigos jurados de los tebeos, tal vez serían amigotes con reservas por el riesgo del simbionte, esa dinámica es algo que he pensado tiempo, y es que Holland y Hardy se mueren de ganas de verse las caras. Porque saben que si hacen eso lo petarían, todo el mundo contento y se harían de oro. Y porque sólo tienes un tiempo limitado haciendo adaptaciones de enemigos de un personaje hasta que ya no funcionan como independientes sin el personaje en cuestión.
Ahora tan sólo es cuestión de tiempo y, tal vez, tras negociaciones, reconsideraciones en estrategias y, esperemos, mejores decisiones, tal vez este rincón (comparta conexión con el UCM o no aunque ojalá si lo hacen bien) pueda gozar de una esperanza de vida ligeramente mayor.

Tal vez No Way Home realmente sea el principio de un Spider-Verso live action que conceda más crossovers a menudo sin que nadie se enfade y no estamos viendo el plan al completo… El potencial está ahí. La cosa está en que lo aprovechen.

Quiero creer.

Y recuerden, si todo falla y abren el Multiverso por error tan sólo tienen que echarle la culpa al chaval que se busque la vida en otra realidad y decirle a Wong que eso no es cosa tuya, que la movida como viene se va.

Usar derechos como arma de doble de filo es el pináculo del capitalismo pero, en un giro irónico de los acontecimientos, compartir los juguetes puede ofrecer mejores oportunidades que den películas con mayor coherencia y diversión. Tal vez me esté pasando con el optimismo porque he aprendido de sustos por decisiones estúpidas del mundo del cine. Tal vez he pasado demasiado tiempo diciendo lo mucho que me gusta una peli que para la mayoría o es una basura o es mediocre como mucho pero que sé que en mi corazón que hasta nueva orden está en el mismo universo (¿O multiverso?) que las otras que llevo siguiendo diez años ya.

Yo sólo quiero películas, Parker, películas de Spider-Man. Mientras las hagan bien y con cabeza, por favor.

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Morgan

Dibujo, diseño, edito y aquí escribo. Píllame un café, ¿quieres? https://ko-fi.com/syntheticaway