Este año ha sido uno con los eventos de videojuegos más flojos en la historia reciente. Un E3 descafeinado, directs con el ego de Geoff Keighley por delante, presentaciones obviando información… Y excepto un par de State of Play, Sony apenas ha hecho acto de presencia.
El 10 de Septiembre, en cambio, sucedió el PlayStation Showcase, un evento para “presentar novedades y actualizaciones de juegos ya anunciados” que ya iba tocando. Teniendo en cuenta el año flojo que ha tenido Sony con el stock inexistente de PS5, necesitaban poner en marcha algo que enseñar.
Puedo decir que, si bien no fue el megatón del año, esto ha sido un evento necesario. Veamos cómo fue.
Empezamos con el típico anuncio promocional live action de quemar gritones de dólares sobre gente haciendo cosas grandilocuentes chorras porque, el gaming, ¿no? Eso que nos une en un, er… Ajedrez virtual a gran escala o algo, supongo. Y de fondo la cover de Blue Monday que ya escuchamos en el primer tráiler de Wonder Woman 1984. No dice mucho más aparte de que a Sony siempre le ha flipado venirse arriba y este año no es menos. Suerte pillando todos los huevos de pascua de fondo, hay quien ha encontrado referencias a Sly Cooper, gran desaparecido desde 2013.
El primer anuncio pasada la paja fue una sacada por todo lo alto: El rumoreado remake de Knights of the Old Republic es una realidad.
No he jugado a los originales pero que Aspyr, estudio poblado de ex-Bioware al mando sin rastro de EA, se encargue del juego ya me parece una gran noticia. Y veremos a ver si un proyecto así hace que re-instauren ciertas leyendas en el canon de los magos espaciales… Pero eso es otro tema. De momento celebremos tal melocotonazo.
El siguiente anuncio fue puro gameplay: Metraje de sobra del ya anunciado Project Eve. Muchos tiros, flipadas, acrobacias… Este hack and slash promete una desorbitada acción constante. Sinceramente a mí no me llamó demasiado la atención, y hasta que no lo vi otra vez no supe por qué: Lo vi demasiado parecido a Bayonetta por el sistema, la música, los combates, su personaje principal… y no fui la única persona que aparentemente pensó que Hideki Kamiya estaba a esto de entrar en Twitter y bloquear a cualquiera que le mostrara el tráiler. Mal no pinta, sólo parece que pilla demasiado de otras cosas, o eso me parece a mí.
Esto fue seguido de otro tráiler gameplay de Tiny Tina’s Wonderlands, el spin-off de la millonaria saga Borderlands en un mundo de rol en vivo con las armas y el humor de su hermana mayor. Personalmente, más allá de su propio Tales nunca he sido muy afín a sus juegos, pero lo que hemos visto desde eventos anteriores me hace querer probarlo. Quizás sea su naturaleza de spin-off apartado. O tal vez que este año me estoy metiendo Critical Role por un tubo y me entra perfectamente un juego de fantasía con armas enormes y mala leche a saco. Sólo sé que por ahora tiene mi atención.
Aquí llegó uno de los bombazos de la noche con un tráiler extenso de Forspoken, el anteriormente conocido Project Athia (basado en aquella espectacular demo técnica del Luminous Engine, Agni’s Philosophy), fue revelado como… un frenético isekai con un bienvenido buen rollo pavoneándose de la usual seriedad que gastan los Final Fantasy. Una protagonista de nuestro mundo adentrándose en uno de fantasía muy llamativo, unos gráficos impresionantes, un sistema de juego en tiempo real con muchos poderes, bichardos y un sentido del humor inesperado viniendo de Square-Enix son los componentes de esta aventura que a mí ya me mola por todo eso. En la Primavera de 2022 la tendremos en PS5.
A continuación llegaron dos tráilers de juegos existentes y uno que no supimos hasta hace muy poco de su existencia, como es el caso de Alan Wake Remastered, la joyita de Remedy que gozará de alta definición y un lavado de cara más que necesario.
Además, de alguna manera hay que recordar que la secuela de Control, juego que goza de conexión con Wake, es una realidad. No tuve la oportunidad de probar el original así que, como persona que ha adorado la paranoia reciente del estudio, esto va a venir de perlas.
Wake vino en un sándwich entre un normalito tráiler de Rainbow Six: Extraction y… El enésimo anuncio de que, eh, Grand Theft Auto V vuelve y en forma de chapa que nos dan en PS5. Un juego de casi diez años y tres generaciones seguidas. ¿No es emocionante? Vergonzoso, Rockstar.
Afortunadamente vimos algo nuevo tras esto con un rato más del interesante Ghostwire Tokyo, movido a 2022 hace poco. Un gameplay más vistoso con mucha parafernalia tétrica en las calles de la ciudad nipona aparte de un vistazo a una trama que se va aclarando un poco aunque tampoco me ha dicho tanto. Veremos si la salida de Ikumi Nakamura como directora creativa no afectó demasiado al proyecto y sale algo resultón de la gente de Tango, porque por ahora hay curiosidad.
Interesante también pinta el inminente Marvel’s Guardians of the Galaxy. No hay mucho que decir: muchos tiros, vibras macarras bebiendo de las películas y unos chistes que no siempre aciertan, veremos si por cosa del montaje y no del juego. Todo lo tocho ya lo vimos durante aquel larguísimo gameplay del E3 donde pudimos ver decisiones y (gracias a Dios) una historia con jugabilidad y sistema bien lejos del GaaS de los Vengadores, también de Square-Enix. Ojalá salga bien, de momento que sólo puedas controlar a Star-Lord de todos los Guardianes… Es una decisión, ciertamente.
A esto le siguieron tráilers del battle royale ya en beta Bloodhunt desgranando sus clases, el enésimo anuncio de Deathloop a pocos días de salida (ojo, que a pesar de una gran insistencia por mostrar demasiado en todos los eventos ha gustado a todo el mundo llevándose notazas por doquier) y Radiohead ganando el E3 con la exhibición virtual Kid A Amnesia, basada en el homónimo disco-recopilatorio-homenaje anunciado hace poco. Vivimos en tiempos locos.
Aquí el evento llegó a su recta final con anuncios por un tubo, empezando, ¡sorprendentemente! con el cuquísimo Tchia: un indie de mundo abierto situado en Nueva Caledonia con representación indígena que hará las delicias de quienes quieran aventuras desenfadadas explorando tierra, mar y aire o metamorfoseándose en animales que encuentren por el camino. Ciertamente promete emocionarnos desde los primeros acordes de ukelele, a mí me tiene.
Este precioso tráiler terminó con un Can You Pet The Crab? y siguió con el anuncio de ambos Uncharted de la pasada generación remasterizados en PS5 y… ¡PC! Un giro de los acontecimientos que, junto con las llegadas a la Epic Store de Days Gone, Death Stranding y Horizon: Zero Dawn ya anticipa el principio de más juegos de la compañía en una comunidad aún más amplia. Sin duda uno de los movimientos más notables en la historia reciente de Sony, si bien anunciar remasterizaciones en un principio de generación huele un poco. De todos modos, fue en este punto que el evento se lanzó a anunciar más novedades.
Dando un giro a las expectativas por los logos de Insomniac y Marvel se anunció con una breve cinemática Marvel’s Wolverine, un nuevo juego del mutante situado en el universo de la saga del arácnido. Sin fecha, así que llegará casi seguro tras el otro proyecto de Insomniac que comentaremos en breves.
Pocos detalles más sabemos aparte de tener al guionista de Spec Ops: The Line en cabeza y que está en una etapa muy temprana de desarrollo, aunque por hoy puedo decir que un juego de Lobezno de la mano de Insomniac puede ser, hablando en plata, un pepino cósmico. Y hay razones de sobra para creer.
El siguiente tráiler de la noche perteneció a Gran Turismo 7, de cuya existencia ya conocíamos. Sin duda, un tráiler como a los que nos tiene acostumbrados Polyphony Digital, que se encargan una vez más de esta entrega de la franquicia: Un amor irrefrenable por el mundo del motor hasta el último detalle acompañado de una buena selección de escenarios reales mientras suena una sintonía intensa de fondo, lo que me hace pensar que esta probablemente será la intro.
No me considero muy fan de GT, pero he jugado a algunos y puedo entender por qué son considerados de los mejores simuladores de conducción. Promesas como la posibilidad de más secciones en el usual menú/mapa virtual de la saga, cientos de opciones de personalización y la alta fidelidad de máquinas recientes habrá alegrado a admiradores de todo el mundo, así que celebremos eso.
Llegando al penúltimo anuncio de la noche le tocó a Marvel’s Spider-Man 2 con una cinemática más extensa: Peter y Miles luchando contra el crimen mientras Kraven (!!) y un Venom con la voz del mismísimo Candyman, Tony Todd, acechan desde las sombras.
Y poco más, un lanzamiento para 2023 exclusivamente en PS5 ya nos avisa que tengamos paciencia. Como fan del primero que tiene muchas ganas de jugar al spin-off de Miles Morales: Que se venga y que tarde lo que haga falta. Es un buen momento para ser fan del trepamuros.
Y aquí el evento concluyó a lo grande con lo que todo el mundo llevaba tiempo esperando y eso era God of War: Ragnarök, la secuela del semi-reinicio de la saga que pudimos disfrutar en 2018. A pesar de pecar de cierto continuismo en calidad gráfica (ser cross-gen es lo que tiene) y no muchas mecánicas nuevas por ahora pudimos tener un vistazo a personajes de la mitología nórdica como Thor o el propio Dios de la Guerra de Asgard, Týr y, lo que más me llamó la atención, preciosas zonas abiertas llenas de naturaleza y posiblemente más NPCs que tiene toda la pinta que serán el escenario perfecto para ofrecernos secundarias a porrillo, al fin y al cabo se ha rumoreado una posible duración de 40 horas. Casi nada.
La trama también promete: Kratos y Atreus deben adentrarse en los Nueve Reinos a buscar respuestas mientras su relación padre-hijo es puesta a prueba. También deberán lidiar con los demonios de Kratos y las consecuencias del primer juego, como ser perseguidos por Freya durante el viaje, que quiere venganza. Y si aún no lo ves claro ya han prometido que este es el final de la Saga Nórdica de Kratos. Tanto si esto significa que veremos un paso de testigo como si el espartano volverá a mudarse de panteón (¿Alguien ha dicho Egipto?) estará por ver. Sabiendo lo que me enamoró la anterior, yo no puedo esperar a esta entrega, también sin fecha.
Así pues, ¿qué tal este PlayStation Showcase? Sinceramente, bastante superior a los State of Play usuales. La gente quería ver juegos y eso es exactamente lo que han enseñado, aprovechando para lanzar un par de bombas por el camino como han sido Wolverine, Forspoken o KOTOR.
Por otro lado siento que faltaba algo. Fue un buen stream directo al grano por la mayor parte. Nos hemos llevado anuncios buenos y es genial estar con hype por proyectos en el horizonte, incluso si varios no los vamos a oler hasta el año que viene o el siguiente como poco. Pero necesitábamos un ritmo más concentrado, más juegos nuevos como para considerar esto E3-worthy.
Tampoco ayudaba que parte de la información como Old Republic siendo un exclusivo temporal, GT7 saliendo en Marzo de 2022 o que el propio Cory Barlog no era el director creativo de Ragnarök estaba fuera del stream buscando información externa o esperando al innecesario vídeo post-show de después. Además, que durase cuarenta minutos y colasen una vez más el enésimo tráiler de GTA V fue directamente criminal.
Desde el principio del mandato de Jim Ryan, Sony atraviesa decisiones extrañas. Este mismo año se han oído cosas como el triste cierre de Japan Studio, la (ciertamente una) decisión de hacer que Naughty Dog se ponga con un remake de The Last of Us cuando tiene por hacer el multijugador de Parte II, que tampoco hemos visto en un año, la polémica de intentar colar unos vergonzosos ochenta euros por juego en PS5 (cuando el cambio de moneda ni alcanza los setenta), un silencio de radio de información constante… Hay que tenerlos cuadrados para decir que les encanta hablar directamente con la comunidad en el mismo stream sabiendo esto.
Si hasta el día antes del evento sucedió el final de la terrible polémica de Horizon II: Forbidden West en que mintieron respecto al cambio de PS4 a PS5 gratis haciéndolo de pago hasta que los usuarios se quejaron. Y como habéis podido notar la secuela de Aloy apenas tuvo presencia en el evento a cinco meses de salir, vaya.
Y aún así, a pesar de todo, tengo muchas ganas de seguir viendo qué depara el futuro. Porque mientras acabamos de despedirnos de PS4 y entramos de lleno en la nueva generación ya hemos tenido algunas joyitas y nos deparan juegos muy prometedores. Sony tiene una cualidad que se mantiene en sus estudios y es que, la mayoría de obras son un sinónimo de calidad, y creo que eso se pudo ver perfectamente durante el evento. Ahora a ver si la comunicación puede mejorar o tenemos avances más frecuentes en el futuro próximo. Yo ya estoy deseando poder agenciarme una PS5 por lo que se viene.
Así pues, mientras esperamos, vamos a hypearnos un rato y a disfrutar con los juegos. Son buenos juegazos, gente.
