La Esquina de Morgan | Edición Febrero 2023: Dramas de carretera con socarronería extra.

Morgan
12 min readMar 31, 2023

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Intro

Saludos, gente maja. Como ya anuncié, vamos a repasar lo visto durante el último mes por una servidora, aquí, en LEdM (ya empezamos con las abreviaturas). Febrero ha sido mucho más tranquilo, con un ritmo bastante relajado y poca variedad de cositas comparado con el aluvión que fue el primer mes del año. Lo bueno es que el promedio de calidad de tales cosas ha sido mayormente entre disfrutable y buenísimo. Ni tan mal.

En el último mes, sin embargo, apenas he tenido las ganas o la motivación de dirigir mi atención a más variedad. Las series se han quedado bastante más apartadas salvo algún episodio puntual de The Last of Us o Star Wars: La Remesa Mala (actualmente estoy poniéndome al día con ambas y me están gustando, sobre todo la de los clones), y aunque tenía muchas ganas de ponerme con un par de lecturas pendientes, la falta de tiempo también ha supuesto un inconveniente.
A pesar de todo, Febrero ha sido una vez más un mes de películas por encima del resto de cosas. Pero vamos por partes.

Lecturas

Voy a empezar dándole un pequeño empujón a esta categoría, porque algo sí que puedo destacar: Me han gustado las dos primeras grapas de The Riddler: Year One, la precuela oficial a la última adaptación al cine del Caballero Oscuro. Esta miniserie escrita por el propio Paul Dano e ilustrada por Stevan Subic nos devuelve a la Gotham de Matt Reeves a través de los ojos de Edward Nashton durante los días en que Batman apenas está dando a conocerse como leyenda urbana. Y qué decir, empieza siendo una cosa muy interesante. El planteamiento del Acertijo en The Batman como un incel 4chanero con demasiado tiempo libre me pareció interesante si bien curioso que a pesar de sus métodos terribles, las ideas que tenía sobre la corrupción de la ciudad no fueran… desencaminadas, qué coincidencia.

En esta historia vemos más de eso: un punto de vista deformado por una psique atormentada con ansias de hacer justicia, de ser visto como el héroe a causa de sus traumas, inspirado por un avistamiento del Murciélago. Subic sabe narrar mediante pinceladas brutas y colores fríos la horrenda Gotham del Reevesverso, pero además nos mete de lleno en ese extraordinario a la par que escalofriante cerebro que es el de Nashton, usando la narrativa de Dano para reflejar las espirales de pensamientos intrusivos del personaje a la vez que la ciudad le devora y escupe con su casi eterna lluvia como telón de fondo.
The Riddler: Year One está siendo una lectura inquietante por su estudio a la psicología del personaje titular y por su arte, fácilmente lo mejor de esta miniserie. Si te gustó la adaptación de Matt Reeves aproximándose tanto al cine de Fincher tal vez sea de tu agrado, aunque en mi caso seguiré leyendo cómo progresa antes de dar una opinión definitiva. De momento es un acompañamiento decente a la película con mucho potencial. Ojalá logren clavar el aterrizaje.

Página de The Riddler: Year One, arte por Stevan Subic.

[Nota: En el momento de escribir esto he retomando mi periplo por la serie de The Amazing Spider-Man (en Brand New Day sigo, está gustándome) y me gustaría mucho ponerme con más de una lectura pendiente que espero poder comentar más a fondo en la edición de Marzo. Seguiremos informando.]

Series

Las pocas series que he seguido más de cerca han sido lo bastante destacables como para dedicarles un breve espacio este mes. Una de ellas ya la comenté, y es que la serie conspiranoica de Jonathan Nolan, Person of Interest, sigue siendo algo, como diría la chavalada, muy guapo, tú.

Tiene mérito decir que en su tercera temporada siga sorprendiendo: Las dinámicas de personajes han evolucionado más allá de sus investigaciones, los casos son más que una simple variable al añadir facciones y terceros bandos, aumentando la paranoia frente a las probabilidades; y es una serie que sabe que mola tanto en lo que hace que te encariñas con todo el mundo (Finch y Reese son novios en mi headcanon, maldita sea). Definitivamente seguiremos, aunque me da una sensación triste al ir ya por la mitad exacta de la serie, justo en un punto en que el status quo cambia de una manera rompedora, y no digo más.

Ahí donde los véis son la gente más lista y además la más rota de toda Nueva York, los quiero muchísimo. Kaplan pls nerf Reese tho.

La sorpresa de Febrero sin embargo ha sido La Tierra según Philomena Cunk, un falso documental del personaje ficticio que yo no conocía hasta hace un mes hablando de la historia de nuestro planeta. Sin embargo, aunque la propia Cunk (interpretada como una titana por Diane Morgan) nos entretiene soltando auténticas patilladas sobre datos reales, lo que nos arraiga a la realidad es la pobre gente real que es experta en lo suyo teniendo que sufrir las rocambolescas preguntas de nuestra presentadora. Aunque se les avisa previamente, ciertamente hay empatía que sentimos por elles cuando Philomena Cunk suelta la enésima barbaridad por nuestro disfrute, difuminando la línea entre las risas y la vergüenza ajena nivel llevarse las manos a la cabeza. También es verdad que la propia serie peca de occidentalizar tanto la historia que no termina de tocar demasiado fuera de los EEUU o Reino Unido (aunque hay una broma en particular sobre tener cuidado con cierta figura islámica que me hizo llorar de la risa); cierto es también que la propia estructura de seis episodios deja con muchas ganas de más, pero tal vez sea lo mejor. Algo que te hace disfrutar tanto, que deja con ganas de revisitar sus mejores momentos, tal vez sólo sea comparable con el himno belga creado por el grupo Technotronic, Pump Up the Jam.

They sure know how to pump up that jam! (Sí que saben darle a la mermelada en inglés)

Cine

Tal vez el género de acción con drama sea lo que pueda definir el cine de este últimos mes: Destacables son obras como Sin Remordimientos con sus impresionantes set-pieces, efectivas gracias a Michael B. Jordan dándolo todo, o mi siguiente paso por empezar a saldar una cuenta pendiente que es el cine de Carpenter con 1997: Rescate en Nueva York dándome a Kurt Russell siendo tan carismático en una Gran Manzana más asquerosa de lo que ya es (los momentos en el taxi son impagables). Sin contener acción en sí, pero, contaré también Better Luck Tomorrow, la precuela oficial (sí) de Fast & Furious en forma de drama indie adolescente, que me ha enseñado los pinitos que ya iba haciendo Justin Lin haciendo virguerías con la cámara contando las turbulentas vidas de un grupo de chavales, siendo uno de ellos el mismísimo Han. Decir que su estátus en el canon me parece fascinante se queda corto.

Antes de meternos a hablar de los coches que hacen virguerías, pero, vamos a hablar del carromato que te rompe el cerebelo: Carretera perdida. Mi segunda película de Lynch, la vi una noche durante una racha febril producto de un tremendo gripazo justo al final de Febrero. Como podéis imaginar, ciertamente una decisión de pesadilla, porque si algo define Carretera perdida es que es un viaje, en muchos sentidos. Su primera mitad es prácticamente una película de terror existencial con elementos de home invasion de la que no podía apartar la mirada mientras sentía miedo de no saber cuál sería el siguiente giro. Normal que escenas como el horripilante primer encuentro con el hombre misterioso interpretado por Robert Blake (esa doble risa a través del teléfono) o cada cinta de vídeo hasta la fatídica revelación se hayan quedado como ejemplos del miedo que puede meter David Lynch con un uso inteligente de atmósfera y una lógica de pesadilla.
Sin entrar en muchos detalles, me alucinó cómo la segunda mitad rompe sus propias reglas para dar una película completamente distinta, con momentos como Robert Loggia, interpretando a un mafioso, hace descarrilar a un desgraciado de la carretera y… le canta las cuarenta por ser un peligro conduciendo, lo cual sólo puedo calificar como arte e historia del cine.
Pero claro, conforme más te mete Lynch en su laberinto más se enturbia la visión general de todo, y el resultado final es tan hipnótico que da muchas preguntas con un número equivalente de posibles respuestas, y todas son aterradoras. En conclusión, todo lo que le pido a un buen thriller existencial.

Sólo sé que esos planos de la casa a oscuras en la noche, con sus cortinas ondeando entre destellos y ese pasillo de negrura, permanecerán para siempre en mis pesadillas. Y hasta aquí puedo leer.

Volviendo a la saga Fast me metí prácticamente seguidas 2 Fast 2 Furious, secuela que si bien no creo que forme parte de la definición más coloquial de una Buena Película™ es lo bastante disfrutona y chorra como para entretener cosa mala (Además que ver este fantástico vídeo sacando un contexto completamente bisexual le añade unas capas muy jugosas, es que no me puedo enfadar con ella), y la en mi opinión estupenda (y además la mejor de la trilogía original) Tokyo Drift*, que sigo adorando con sus adultos de treinta tacos interpretando a adolescentes, sus carreras con Kansei Dorifto y su sorprendente código de honor a través de las calles rodadas a lo guerrilla. Resulta ciertamente nostálgico abrir esa ventana a una década donde una de las sagas de acción de más habladas de la actualidad tenía una crisis de identidad.
Por supuesto que eso incluye mi paso por el rarísimo corto Los Bandoleros, que conecta directamente con la Michael Mannesca Fast & Furious (La 4, no confundir con la primera). Ambas cosas establecen a Dominic Toretto como nuevo líder de la saga una vez más y entre carreras bastante divertidas y una trama un poco insulsa te meten como quien no quiere la cosa que nuestro querido Vin Diesel tiene el Modo Detective de Batman por defecto de nacimiento. Esta saga… Es otro rollo.

Ah, Tokyo Drift… Neones, flipadas y lo importante: El inmortal Han Seoul-Oh. Otro rollo, en serio.

*Me niego a llamarla por la desafortunada traducción que se llevó aquí.

Sin embargo, el drama a secas también se ha apoderado de una buena parte del mes: Una de las dos películas que he visto en el cine por ejemplo ha sido Almas en pena de Inisherin, destrozándome el alma a cada minuto cuando no me hacía reír muy nerviosa hasta que salieron los créditos, convirtiéndose, al igual que su adorable burra, en una de mis favorita de los Oscars (y no se llevó NADA, claro). La otra es Babylon.

Babylon ha sido mi favorita del mes. Babylon es la fiesta del cine, el guateque, las copas, los chupitos, los cubatas, la vomitona a las tantas de la madrugada, la más rabiosa declaración de intenciones que se ha visto hacia Hollywood en tiempo reciente. Larga vida al cine, muerte al cine, tú decides, si aquí hemos venido a perdernos entre la farlopa y los fluidos en esta bacanal imposible que esconde las tripas de la industria regurgitando a cualquier incauto que decida entrar por su boca. Y entonces, cuando a los treinta minutos las trompetas cesan, la fiesta acaba, la gente se va a dormir la mona o da por sentado que va a durar otras veinticuatro horas en pie gracias al polvo mágico que se zampan como quien bebe agua, Hollywood reinicia un nuevo día en los años 20, todo listo para darnos acto seguido la jornada de trabajo más peligrosa y alucinante de la historia. Y ese es sólo el principio de Babylon.
Dos vidas, cuatro personas, y cada una de esas tramas está tan ligada a las demás contando una tragedia única donde los puntos álgidos son una fiesta tan imposible como el nuevo stunt de Tom Cruise en Misión: Imposible, y las penurias son lamentables crónicas fantasmagóricas (inolvidable *esa* escena entre Brad Pitt y Jean Smart (Dios, es que no hay ni un papel malo en esta película)) gracias a la perfecta banda sonora por Justin Hurwitz además de la siempre impecable fotografía llena de vibrantes colores, luces y sombras a fuego en mi cerebro gracias a Linus Sandgren, otro habitual de Damien Chazelle desde La La Land. Y hablando de él, ha firmado mi película favorita de toda su filmografía con una diferencia abismal. Sensacionales además Diego Calva y Margot Robbie, porque la historia de ellos dos son el corazón de la cinta y no me puedo creer que al primero se le haya pasado tanto por alto a la hora de vender la película. No puedo esperar a volver a ella y fumármela entera como la primera vez. Y de paso, la Academia ya se podría hundir. Viva el cine.

Más de noventa minutos de la mejor banda sonora que os vais a meter por las orejas. Pura ambrosía.

Otras películas vistas en Febrero y qué me han parecido:
-Scream (2022) — La mejor secuela de la saga y además súper divertida de ver en compañía, una fiesta total. Por Wes, maldita sea.
-Noche de Juegos — Revisionado. En unos años se le reconocerá su puesto de la mejor comedia de los 2010s, ya veréis.
-La Crónica Francesa — ¿¡Probablemente mi segunda favorita de Wes Anderson tras Budapest!? Podría quedarme a vivir en todas sus historias, pero también quiero una película entera de Owen Wilson yendo con su bici, no se puede tener todo.
-Viaje a Darjeeling — No es tan redonda como las live action más recientes de Anderson, pero una peli majísima con muchos colorines aún así. Ojalá hubiesen permanecido en el tren.
-Academia Rushmore — Tiene ideas curiosas pero se salva por los pelos en el final. Al prota le daría veinte collejas, que es lo que opino de la mitad de lo que hace Wes Anderson.

La recomendación del círculo —El Monstruo Marino

No, este no es el monstruo de marras, pero tiene tristemente el mejor diseño de toda la película.

Siguiendo con el patrón establecido en Enero, esta nueva sección aparte destacará una película de doce que se me recomendaron desde mi Círculo de Twitter para ver en 2023. El mes pasado tocó el drama minimalista de Hierro 3; en Febrero vi la aventurilla animada a toda vela que es El Monstruo Marino, que vi con ganas por su nominación en los Oscars, el movimiento boca-oreja que llevaba escuchando desde el verano pasado y sobre todo: Porque se me acababa Netflix y había que aprovecharlo de alguna manera, que hay que decirlo todo.

¡Pues está maja! Hay un trabajo impecable en los diseños de los piratas y los bichos, pero sobre todo la acción es impecable desde el planteamiento de cada set-piece hasta la colocación de la cámara para transmitir la escala de estar viendo criaturas tan colosales (Si sufres de talasofobia lo vas a pasar mal). ¿Entonces por qué no me ha terminado de volar la cabeza?
Veréis, El Monstruo Marino sufre de varias cosas: La primera es que el propio monstruo es… Feo. Su diseño de masa roja con aletas y eyeliner (por qué) peca de ser tan simplón que queda en evidencia frente el asombroso basilisco con tentáculos de la intro, en mi opinión la secuencia más espectacular de la cinta, o el cangrejo gigantesco que aparece a la mitad. En general, la isla hogar del monstruo ofrece criaturas con diseños divertidísimos, así que cada vez que volvemos al monstruo titular resulta decepcionante que no tenga un elemento que lo destaque más allá de que es un tocho rojo.

Las otras dos cosas que no me terminaron de convencer van de la mano: Se siente que quiere contar tanto muy rápido pero no le da tiempo en dos horas, mientras que varias secuencias del segundo acto le acaban pesando por su ritmo mucho más pausado. Y esto se complementa con que al romper con varios estereotipos de películas animadas acaba doliendo que caiga igualmente en las cosas de siempre, que en este caso es un Hans, are we the baddies? de manual que cierra de forma absurdamente abrupta con un reparto altamente desaprovechado a excepción de los siempre tremebundos Jared Harris y Karl Urban, sin duda los platos fuertes de la película.
Desearía que me hubiese encantado; Pero lo que importa es que a pesar de sentir estos inconvenientes sigue siendo una película entretenida. ¡Es más, el plato fuerte que son las escenas de acción ya amortiza el visionado entero! Vedla a pesar de mi opinión, porque vale la pena y tal vez mi opinión sea producto de ver las cosas con demasiada lupa, quién sabe.

¡Muchísimas gracias a Kass por la recomendación de este mes, ha sido un placer!

Cierre

Otro mes que pasa, otra Esquina de Morgan finiquitada. Me gustaría disculparme por publicar esto tan tarde, han sido unas semanas complicadas por varios motivos pero quería, aunque fuese justo el último día del mes, que se publicase esta nueva edición mientras me organizo mejor de cara a resumir lo visto durante el mes de Marzo muy pronto. ¡Ya adelanto que sorprendentemente ha habido ha habido una variedad bastante equilibrada de cosas con énfasis por series! Así que ya diré en esa edición lo que espero ver más adelante, jé.

Espero que pronto podáis leer esas cositas sin tener que esperarme tanto tiempo, porque valoro una barbaridad que esta sección os gustase cuando publiqué la edición de Enero, fue algo que no me esperaba y no puedo decir otra cosa que gracias. Aunque no siempre pueda estar por todo, hago todo lo posible para que este proyecto prospere y evolucione, más aún con vuestro feedback, porque quiero hacerlo entretenido y sobre todo divertido para quién me lea. Así que no me entretengo mucho más, os dejo con musicote para despedirme y espero que os sigáis pasando por esta esquinita llena de hiperfijaciones, libros que no se leen nunca y pelis pendientes mientras me organizo de aquella manera. Un abrazo, ¡y nos leemos pronto!

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Morgan

Dibujo, diseño, edito y aquí escribo. Píllame un café, ¿quieres? https://ko-fi.com/syntheticaway